El SAT aseguró que las condonaciones y cancelaciones de créditos fiscales se hicieron apegadas a la ley y en beneficio de los contribuyentes y del país; además ambos procesos fueron auditados por autoridades supervisoras externas al SAT, como la Auditoría Superior de la Federación y el Órgano Interno de Control.
En ese sentido, precisó que en lo que corresponde a condonaciones, en el 2013 se incluyó en la LIF un programa que se denominó “Ponte al corriente”, que benefició a aquellos contribuyentes cuyos créditos no estaban en ese momento controvertidos.
“La operación del programa fue en línea y no hubo discrecionalidad del mismo”, puntualizó el organismo en un comunicado.
De los adeudos condonados por otros supuestos de ley diferentes a los indicados por la Legislatura, se condonaron en total 12.7 mil millones de pesos (mdp), permitiendo una recaudación de 18.1 mil mdp, es decir, se recuperaron 1.9 pesos por cada peso condonado, con lo que se logró evitar el cierre de siete mil negocios, justificó el SAT
Respecto a las cancelaciones de créditos, la dependencia destacó que estas proceden después de una investigación de los bienes del contribuyente y solo cuando no se localiza alguno de estos bienes se procede a cancelar la deuda.
“Esta cancelación no libera de la obligación de pago al deudor del crédito fiscal ni lo exonera de las responsabilidades por conductas que pudieran constituir la comisión de delitos fiscales, si se detectan bienes de ese deudor, se continuará con el proceso de cobro”, precisó.
Asimismo, indicó que una vez que el deudor es calificado como insolvente, se realizan también acciones como cancelar los certificados de sello digital, publicar sus datos en la lista de contribuyentes incumplidos y enviar información a las sociedades de información crediticia.
